Por: Carlos Jaime Fajardo
Los levantamientos populares en África, no han terminado debido a que los gobiernos de transición no han revocado leyes que afectan a la mayoría de los pobladores, sin embargo las grandes potencias anuncian ayudas dizque por que se logró la democracia. Si bien se derrocaron gobiernos autoritarios en varios de los países de dicha región, no se puede concluir que se logró plenos derechos para todos. La llamada primavera árabe, ha recibido la solidaridad de otras partes del mundo, pero también está siendo utilizada por las potencias imperialistas para posesionarse en la región.
Ejemplo de ello, es la reunión que se celebró el pasado 26 y 27 de mayo en Francia, del grupo de los ocho países más industrializados del planeta, conocido como G8, en la que entre otras cosas se acordó endeudar a los nuevos gobiernos africanos con 40.000 millones de dólares, los cuales presentan como ayuda, argumentando que estos gobernantes, particularmente el de Túnez y Egipto van por buen camino, pero en realidad lo que sucede es que están garantizando la inversión extranjera y las políticas de ajuste económico de tales potencias.
Vale recordar que para garantizar el control en la región y en otras partes del mundo, dichos países industrializados, conformaron después de la segunda guerra mundial, una organización militar conocida como la OTAN, Organización del Atlántico Norte, con la que entre otros, intervinieron en Libia, con el argumento de defender los derechos humanos, pero en realidad han realizado bombardeos a población civil, pues lo que les interesa son sus recursos naturales y sociales.
Pero no todo es armonía entre las potencias, pues a pesar de estar de acuerdo con el control de los recursos en el norte de África, se presentan diferencias, tal es el caso de Rusia, quien ha abogado por una salida política en el caso libio, ello debido a los compromisos previos con este país, quien junto a China y Alemania se abstuvieron de aprobar la intervención militar.
No hay que dejar tales sucesos en el ámbito mediático, sino que se debe estar alerta siguiendo el proceso, para que no se profundice la dominación imperialista en la región.
Los levantamientos populares en África, no han terminado debido a que los gobiernos de transición no han revocado leyes que afectan a la mayoría de los pobladores, sin embargo las grandes potencias anuncian ayudas dizque por que se logró la democracia. Si bien se derrocaron gobiernos autoritarios en varios de los países de dicha región, no se puede concluir que se logró plenos derechos para todos. La llamada primavera árabe, ha recibido la solidaridad de otras partes del mundo, pero también está siendo utilizada por las potencias imperialistas para posesionarse en la región.
Ejemplo de ello, es la reunión que se celebró el pasado 26 y 27 de mayo en Francia, del grupo de los ocho países más industrializados del planeta, conocido como G8, en la que entre otras cosas se acordó endeudar a los nuevos gobiernos africanos con 40.000 millones de dólares, los cuales presentan como ayuda, argumentando que estos gobernantes, particularmente el de Túnez y Egipto van por buen camino, pero en realidad lo que sucede es que están garantizando la inversión extranjera y las políticas de ajuste económico de tales potencias.
Vale recordar que para garantizar el control en la región y en otras partes del mundo, dichos países industrializados, conformaron después de la segunda guerra mundial, una organización militar conocida como la OTAN, Organización del Atlántico Norte, con la que entre otros, intervinieron en Libia, con el argumento de defender los derechos humanos, pero en realidad han realizado bombardeos a población civil, pues lo que les interesa son sus recursos naturales y sociales.
Pero no todo es armonía entre las potencias, pues a pesar de estar de acuerdo con el control de los recursos en el norte de África, se presentan diferencias, tal es el caso de Rusia, quien ha abogado por una salida política en el caso libio, ello debido a los compromisos previos con este país, quien junto a China y Alemania se abstuvieron de aprobar la intervención militar.
No hay que dejar tales sucesos en el ámbito mediático, sino que se debe estar alerta siguiendo el proceso, para que no se profundice la dominación imperialista en la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario