Por: Carlos Jaime Fajardo
Revista Viento del Sur
6 de Marzo de 2011
Esta semana, a raíz de los escándalos de corrupción en la Super Intendencia de Notariado y Registro, donde se evidenció que más de ciento cincuenta mil hectáreas, habían sido tituladas de manera fraudulenta, el presidente Santos afirmó: “donde se pone el dedo sale pus”, refiriéndose a la corrupción en la mencionada institución.
La actual contralora también encontró pus en la Contraloría, que se supone es la guarda del manejo presupuestal, lo que expresa el nivel de corrupción a que han llegado las instituciones estatales. Si se pone el dedo en el Ministerio de Agricultura igual sucede con Agro Ingreso Seguro, si se coloca en el de Defensa se encuentra con Fondo Libertad y las falsas desmovilizaciones, si se coloca en el del Interior y Justicia están las prebendas de la reelección, si se coloca en el DAS están las chuzadas, si se coloca el dedo en la Dirección Nacional de Estupefacientes hay innumerables irregularidades, si se coloca en el Congreso se encuentra con mas de 100 parapolíticos y escándalos de corrupción como el caso de las camionetas blindadas, si se coloca en las Cortes también hay carrusel de la contratación, corrupción en las administraciones del Valle, Antioquia, Cartagena, Bogotá, entre muchos otros casos. Sin duda no alcanzan los dedos de la mano para señalar tanta podredumbre estatal.
Las corrientes neoliberales, argumentaron que todo lo público era lo corrupto y que las privatizaciones lo resolverían, pero se ha demostrado que no es cierto, pues el caso de los Nule es el mejor exponente de tal situación, tampoco se restringe a problemas de la moral de la administración pública, como afirman las teorías del buen gobierno, sino que se debe a la existencia de una clase social, que vive de prebendas estatales, que se expresa en una burocracia corrupta, que desangra y atropella a la Nación. Dicha podredumbre está en relación con un modelo económico depredador y uno político antidemocrático y se superará en la medida que tales modelos cambien.
Revista Viento del Sur
6 de Marzo de 2011
Esta semana, a raíz de los escándalos de corrupción en la Super Intendencia de Notariado y Registro, donde se evidenció que más de ciento cincuenta mil hectáreas, habían sido tituladas de manera fraudulenta, el presidente Santos afirmó: “donde se pone el dedo sale pus”, refiriéndose a la corrupción en la mencionada institución.
La actual contralora también encontró pus en la Contraloría, que se supone es la guarda del manejo presupuestal, lo que expresa el nivel de corrupción a que han llegado las instituciones estatales. Si se pone el dedo en el Ministerio de Agricultura igual sucede con Agro Ingreso Seguro, si se coloca en el de Defensa se encuentra con Fondo Libertad y las falsas desmovilizaciones, si se coloca en el del Interior y Justicia están las prebendas de la reelección, si se coloca en el DAS están las chuzadas, si se coloca el dedo en la Dirección Nacional de Estupefacientes hay innumerables irregularidades, si se coloca en el Congreso se encuentra con mas de 100 parapolíticos y escándalos de corrupción como el caso de las camionetas blindadas, si se coloca en las Cortes también hay carrusel de la contratación, corrupción en las administraciones del Valle, Antioquia, Cartagena, Bogotá, entre muchos otros casos. Sin duda no alcanzan los dedos de la mano para señalar tanta podredumbre estatal.
Las corrientes neoliberales, argumentaron que todo lo público era lo corrupto y que las privatizaciones lo resolverían, pero se ha demostrado que no es cierto, pues el caso de los Nule es el mejor exponente de tal situación, tampoco se restringe a problemas de la moral de la administración pública, como afirman las teorías del buen gobierno, sino que se debe a la existencia de una clase social, que vive de prebendas estatales, que se expresa en una burocracia corrupta, que desangra y atropella a la Nación. Dicha podredumbre está en relación con un modelo económico depredador y uno político antidemocrático y se superará en la medida que tales modelos cambien.
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