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En el año 2004 nació el proyecto de la Revista Viento del Sur en Colombia, con publicaciones semestrales. Hoy llegamos a la edición No. 8, hemos realizado programas radiales cada semana en la Ud Stereo durante los últimos 5 años. Se han desarrollado seminarios académicos sobre temas como: La historia de la protesta urbana en Bogotá, los 80 años de la Masacre de las Bananeras, Memoria de las revoluciones, e Industrias culturales, medios de comunicación y dominación. Somos miembros promotores de la Coordinación Colombiana de Medios Alternativos CCMA.

domingo, 24 de octubre de 2010

RAZONES Y RUMORES DE LA DIPLOMACIA

Por
Carlos Jaime Fajardo
Revista Viento del Sur
Octubre 16 de 2010

Esta semana, el presidente Santos afirmó que no permitiría que nadie se interpusiera en las relaciones que estaba adelantando con el gobierno venezolano, lo cual llegó a pensarse que era en advertencia a políticos cercanos al presidente Uribe, que han cuestionado dichos acercamientos.

En cuanto a las relaciones diplomáticas, se han presentado cambios en el manejo con Ecuador y Venezuela, pero no puede pensarse que hay cambio en la estratégía del proyecto uribista en general, pues los ajustes en tales relaciones obedecen a condiciones particulares, que requerían tales virajes.

Vale señalar la diferencia en el manejo en las relaciones diplomáticas entre Uribe y Santos, pues el primero dio exclusividad a la política de la seguridad democrática, descuidando aspectos comerciales que afectan a grandes empresarios; mientras el segudno incluye, además del tema de la seguridad democrática, las relaciones comerciales, desarrollo de infraestructura, aspectos sociales, lo cual se manifestó en las comisiones creadas, ello en estrecha relación con los tres huevos uribistas.

Por otra parte, debe señalarse que Santos y Chavez representan y mantienen dos estrategias diferentes, tanto en lo económico, político y militar, no es de estrañar los acuerdos alcanzados en la pasada cumbre de Santa Marta, ya que por lo general, sobre todo después de la guerra fría, antes que darle prioridad a aspectos ideológicos en las relaciones entre Estados, ha prevalecido las pretenciones comerciales, de complementariedad o pragmáticas. Incluso en la guerra fría guardando las proporciones, Nixon y Mao Ste Tung, llegaron a acuerdos diplomáticos, sin que por ello se cambiara de estrategia.

Por ende la situación presentada entre Santos y Chavez, se enmarca dentro de las jugadas tácticas, tanto de uno como de otro Estado, ya que la correlación de fuerzas, como las necesidades económicas y políticas, así lo exigen.

Desde el lado del Estado colombiano y por ende de las élites dominantes, la necesidad de desarrollar y ampliar mercados para la exportación, así como facilitar la inversión en proyectos de infraestructura, no daba espera, pues la pérdida del mercado venezolano, no sólo afectaba la frontera, sino que estaba afectando a grandes empresarios del oriente y centro del país. Por otra parte, como se ha venido expresando de diferentes maneras, las bases militares estadounidenses en territorio colombiano, siguen en la lógica de frenar la llamada amenaza del bolivarianismo, como lo expuso el pentagono en el documento santa fé IV, desde la década pasada.

Desde el lado del Estado venezolano, con el socialismo del siglo XXI, , la necesidad de consolidar los procesos de nacionalización, la integración latinoamericana, manejar las elecciónes parlamentarias venideras y ganar tiempo para la preparación militar, le exigía atenuar la contradicción agudizada con Uribe.

Por tanto comprender que ni el cambio de estilo del gobierno Santos, ni el restablecimiento de relaciones diplomáticas, indican un cambio en las políticas estructurales, al contrario se dan en medio del continuismo, lo cual alegra a sectores que se han beneficiado con el modelo, confunde a quienes no lo consideran así y advierte a los que han criticado las secuelas del uribismo.

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