Por: Carlos Jaime Fajardo
20 de febrero de 2011
Revista Viento del Sur
En los últimos meses se ha presenciado una serie de protestas populares en África, como en Túnez y Egipto derrocando a los mandatarios de turno, mientras en Costa de Marfil, Yemen, se reclama poner fin a regímenes antipopulares.
Los grandes medios de comunicación han argumentado que tales protestas se deben a lo prolongado de cada uno de los gobiernos, desconociendo que lo principal es la existencia de una crisis económica y política, provocada por las medidas de ajuste y por las prebendas a los monopolios, a lo que han servido durante décadas dichos gobiernos autoritarios, no en vano el derrocado en Egipto y en Túnez, eran aliados de Estados Unidos e Israel.
Como sucedió hace un siglo, varias potencias se están disputando las riquezas naturales de los países africanos (petróleo, agua, diamantes, mano de obra barata, etc.), , a tal punto de incitar referéndum para dividir territorios nacionales, como ocurrió el mes pasado, con Sudán uno de los países mas grandes del continente, para repartirse el sur para los Estados Unidos y el norte para Francia; de igual manera la situación en Costa de Marfil, ya invadido en el norte por Francia, las protestas en diciembre pasado, expresan la disputa de tales potencias por el control del país, enmascarándola como una disputa entre católicos y musulmanes; España tratando de sacar ventajas comerciales, llama a no reprimir las protestas en Argelia, mientras el hipócrita norteamericano lo pedía para el caso de Libia e Irán en Asia. Todos llaman a constituir gobiernos de transición que les garanticen sus intereses geopolíticos y económicos.
Por su parte, los pueblos africanos luchan contra la pobreza, la corrupción y la falta de libertades democráticas, por ello, como en Egipto, aún se mantienen en pie de lucha, a pesar de haber derrocado al presidente, reclamando que la actual junta militar derogue la ley de emergencia, libere los presos políticos y cambie los actuales gobernantes, buscando el establecimiento de un gobierno democrático.
Estamos pues, ante una agudización de las contradicciones políticas y económicas, entre las potencias y de estas con los pueblos, lo cual sin duda se replicará en otros países y continentes, a lo que Colombia no escapará, pues, por ejemplo, la disputa por acuerdos comerciales con Europa, China o Estados Unidos, para saquear nuestros recursos naturales han generado tensiones en las élites, lo que unido a la reforma de sostenibilidad fiscal y la ley de regla fiscal profundizará la crisis económica y social en el país.
20 de febrero de 2011
Revista Viento del Sur
En los últimos meses se ha presenciado una serie de protestas populares en África, como en Túnez y Egipto derrocando a los mandatarios de turno, mientras en Costa de Marfil, Yemen, se reclama poner fin a regímenes antipopulares.
Los grandes medios de comunicación han argumentado que tales protestas se deben a lo prolongado de cada uno de los gobiernos, desconociendo que lo principal es la existencia de una crisis económica y política, provocada por las medidas de ajuste y por las prebendas a los monopolios, a lo que han servido durante décadas dichos gobiernos autoritarios, no en vano el derrocado en Egipto y en Túnez, eran aliados de Estados Unidos e Israel.
Como sucedió hace un siglo, varias potencias se están disputando las riquezas naturales de los países africanos (petróleo, agua, diamantes, mano de obra barata, etc.), , a tal punto de incitar referéndum para dividir territorios nacionales, como ocurrió el mes pasado, con Sudán uno de los países mas grandes del continente, para repartirse el sur para los Estados Unidos y el norte para Francia; de igual manera la situación en Costa de Marfil, ya invadido en el norte por Francia, las protestas en diciembre pasado, expresan la disputa de tales potencias por el control del país, enmascarándola como una disputa entre católicos y musulmanes; España tratando de sacar ventajas comerciales, llama a no reprimir las protestas en Argelia, mientras el hipócrita norteamericano lo pedía para el caso de Libia e Irán en Asia. Todos llaman a constituir gobiernos de transición que les garanticen sus intereses geopolíticos y económicos.
Por su parte, los pueblos africanos luchan contra la pobreza, la corrupción y la falta de libertades democráticas, por ello, como en Egipto, aún se mantienen en pie de lucha, a pesar de haber derrocado al presidente, reclamando que la actual junta militar derogue la ley de emergencia, libere los presos políticos y cambie los actuales gobernantes, buscando el establecimiento de un gobierno democrático.
Estamos pues, ante una agudización de las contradicciones políticas y económicas, entre las potencias y de estas con los pueblos, lo cual sin duda se replicará en otros países y continentes, a lo que Colombia no escapará, pues, por ejemplo, la disputa por acuerdos comerciales con Europa, China o Estados Unidos, para saquear nuestros recursos naturales han generado tensiones en las élites, lo que unido a la reforma de sostenibilidad fiscal y la ley de regla fiscal profundizará la crisis económica y social en el país.
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