Por: Carlos Jaime Fajardo
Una de las formas necesarias para evitar los show publicitarios como el de este fin de semana sobre las Torres Gemelas, es rescatar la memoria, ya que por lo general se difunde una sola versión de los acontecimientos, que responde a los intereses de los sectores dominantes de la sociedad.
Por eso, un caso de rescate de la memoria para reflexionar tiene que ver con todos los sucesos que se han presentado los 11 de septiembre, pues desde hace una década sólo se habla en esta fecha, de los atentados de las Torres Gemelas, ocultando otros, incluso verdades como los negocios existentes entre las familias Bush y Bin Laden, particularmente en las inversiones del petróleo, que Al-Qaeda fue creada, entrenada y financiada por los Estados Unidos en la década de los setenta y su relación con las guerras contrainsurgentes en Centro América en los años 80.
En el caso centroamericano, vale recordar que el 11 de septiembre de 1990 fue asesinada Mirna Elizabeth Mack Chang, una investigadora social de Guatemala, quien había denunciado los atropellos que el ejército y los grupos paramilitares de ese país realizaban contra los indígenas y campesinos en la selva; hoy en homenaje a ella cada año los guatemaltecos conmemoran su asesinato en la calle del barrio San Nicolás, donde fue puñaleada por un comando de los escuadrones de la muerte de las fuerzas militares guatemaltecas.
En el caso suramericano, el golpe de estado y muerte del presidente chileno Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, por parte de Pinochet en alianza con los Estados Unidos para implantar un régimen fascista y saquear los recursos naturales como el cobre, es otra fecha a conmemorar, a pesar del silenciamiento que de esta se hace por parte de los grandes medios.
De igual manera la masacre de 13 campesinos el 11 de septiembre de 2008, en la provincia de Pandi al nororiente de Bolivia, efectuada por la oligarquía de la región en el proceso de golpe al presidente Evo Morales, auspiciado por agentes secretos de los Estados Unidos, es otro caso a no olvidar.
Sin duda, el atentado o autoatentado de las Torres Gemelas es un acto a rechazar sobre todo por lo indiscriminado contra la población civil, que en su mayoría era latina, pero debe decirse también que a partir de tal acontecimiento, se inició una sistemática agresión por parte de los Estados Unidos contra países como Irak, Afganistán, Pakistán, Irán, Libia, entre otros, argumentando luchar contra lo que ellos llaman terrorismo, sin atreverse a mirar la viga que llevan en sus ojos, como dice el proverbio bíblico.
Por lo anterior, es necesario desempolvar la memoria histórica permanentemente, para no dejarnos manipular emocionalmente por los show mediáticos, que justifican luego las agresiones contra otros pueblos y naciones, así identificar los actores que generan terror en el mundo a nombre de defender la democracia.
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