Por: Carlos Jaime Fajardo
Revista Viento del Sur
26 de Septiembre de 2011
Además de monopolizar la producción de mercancías, las finanzas, las telecomunicaciones, entre otros, dos medios vitales como la tierra y el agua para la subsistencia de la humanidad, están siendo apropiados por grandes multinacionales en diferentes partes del mundo, lo cual ha ocasionado expulsiones de comunidades rurales poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la soberanía nacional.
En cuanto al despojo de tierras, en América Latina, vale mencionar los casos de Chile y Argentina donde la multinacional Benetton, despojó al pueblo mapuche de sus tierras, acaparando 900.000 hectáreas; en Brasil, el conglomerado japonés Mitsui compró 100.000 hectáreas de tierras agrícolas el equivalente al 2% de la superficie cultivada de Japón. Lo cual debe alertarnos, pues en días pasados el presidente Santos estuvo firmando acuerdos con Japón y Corea del Sur, este gran comprador de tierras por medio de la multinacional Daewoo. El grupo chino Suntime International Techno-Economic, busca tierras en todo el mundo para la producción de granos.
Para hablar del agua, se observa en la presencia de multinacionales en América Latina es numerosa, hay francesas, inglesas, italianas, españolas, alemanas, estadounidenses, las cuales han logrado apropiarse del recurso hídrico. Las dos multinacionales francesas Suez y Vivendi dominan el agua en América Latina, juntas, poseen dos tercios del mercado mundial de agua privatizada, en Colombia tienen presencia en La Costa Atlántica y Boyacá. Tal situación debe preocuparnos pues por medio de la Ley del Aguas del 2005, en los artículos 26 y 28, se autoriza la concesión de recursos hídricos para macroproyectos hasta por cien años, como sucederá con las aguas de muchas regiones de nuestro país.
Para tal fin, se ha venido llevando a cabo un proceso de control de territorios, por parte de actores armados legales e ilegales, para facilitar las ventas o concesiones a las multinacionales, tal vez ello puede explicar en Colombia parte de los planes de guerra y expulsión de población en algunas zonas del país, con riqueza hídrica y tierras fértiles.
Ante dicha barbarie mundial y nacional por parte de estos megamonopolios, es urgente que la sociedad tome conciencia, para construir un proyecto alternativo de país, pues como vamos no se demoran en apropiarse del oxigeno y cobrarnos por respirar.
Revista Viento del Sur
26 de Septiembre de 2011
Además de monopolizar la producción de mercancías, las finanzas, las telecomunicaciones, entre otros, dos medios vitales como la tierra y el agua para la subsistencia de la humanidad, están siendo apropiados por grandes multinacionales en diferentes partes del mundo, lo cual ha ocasionado expulsiones de comunidades rurales poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la soberanía nacional.
En cuanto al despojo de tierras, en América Latina, vale mencionar los casos de Chile y Argentina donde la multinacional Benetton, despojó al pueblo mapuche de sus tierras, acaparando 900.000 hectáreas; en Brasil, el conglomerado japonés Mitsui compró 100.000 hectáreas de tierras agrícolas el equivalente al 2% de la superficie cultivada de Japón. Lo cual debe alertarnos, pues en días pasados el presidente Santos estuvo firmando acuerdos con Japón y Corea del Sur, este gran comprador de tierras por medio de la multinacional Daewoo. El grupo chino Suntime International Techno-Economic, busca tierras en todo el mundo para la producción de granos.
Para hablar del agua, se observa en la presencia de multinacionales en América Latina es numerosa, hay francesas, inglesas, italianas, españolas, alemanas, estadounidenses, las cuales han logrado apropiarse del recurso hídrico. Las dos multinacionales francesas Suez y Vivendi dominan el agua en América Latina, juntas, poseen dos tercios del mercado mundial de agua privatizada, en Colombia tienen presencia en La Costa Atlántica y Boyacá. Tal situación debe preocuparnos pues por medio de la Ley del Aguas del 2005, en los artículos 26 y 28, se autoriza la concesión de recursos hídricos para macroproyectos hasta por cien años, como sucederá con las aguas de muchas regiones de nuestro país.
Para tal fin, se ha venido llevando a cabo un proceso de control de territorios, por parte de actores armados legales e ilegales, para facilitar las ventas o concesiones a las multinacionales, tal vez ello puede explicar en Colombia parte de los planes de guerra y expulsión de población en algunas zonas del país, con riqueza hídrica y tierras fértiles.
Ante dicha barbarie mundial y nacional por parte de estos megamonopolios, es urgente que la sociedad tome conciencia, para construir un proyecto alternativo de país, pues como vamos no se demoran en apropiarse del oxigeno y cobrarnos por respirar.